Uno de los habitantes de la aldea de Tosno, ubicada en la región de Leningrado, al noroeste de Rusia, fue el primero en informar sobre la caída del objeto desconocido.
Eugeny Galiev acudió al departamento local de emergencias y declaró que la noche del pasado 6 de abril había visto “rayas oscuras en el cielo que se convirtieron en líneas brillantes”. Como prueba de sus palabras, mostró las fotografías que hizo en el momento del incidente.
Los equipos de rescate de la región llegaron al lugar para investigar el origen de este fenómeno. El Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, por su parte, descartó la información sobre el meteorito supuestamente caído en la región de Leningrado. “No encontramos ninguna evidencia de la caída del meteorito”, explicó una representante del ministerio, citada por la agencia rusa de noticias Ria Novosti.
Las autoridades locales siguen investigando si se realizó algún vuelo de aeronaves pequeñas en la zona a esas horas. Sospechan que algunos aficionados a la aviación pudieron estar practicando algún vuelo no autorizado, algo peligroso, ya que si ocurriera algún accidente, nadie lo sabría, lo que dificultaría mucho las labores de rescate.
El pasado 15 de febrero, un meteorito cayó en los Urales provocando más de 1.200 heridos y varios daños materiales. Actualmente, los científicos continúan la búsqueda de los restos del cuerpo espacial, el más grande de los cuales presuntamente cayó en el lago Chebarkul.