“Nos estamos preparando para eso, dejando todas las posibilidades abiertas”, dijo el ministro de Defensa surcoreano, Kim Jang-soo, en una reunión con la presidenta Park Geun-hye. El ministro añadió que Corea del Norte también debería prepararse para las medidas de respuesta en caso de cualquier agresión contra Seúl.
Hablando del próximo 10 de abril, el Gobierno surcoreano toma en consideración las informaciones de que Corea del Norte no garantiza la seguridad de los diplomáticos extranjeros y de los empleados de organizaciones internacionales en su territorio a partir de esa fecha.
El ministro señaló que a través de las amenazas, Pyongyang pretende influir en la presidenta Geun-hye para que “cambie su política hostil hacia Corea del Norte”, ya que entre la población surcoreana aumenta la preocupación sobre la seguridad. Admitió que el país comunista espera también que Seúl proponga un diálogo con el Norte con la mediación de Rusia y China.
La tensión en la península coreana aumentó tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de nuevas sanciones contra Corea del Norte en respuesta a su tercera prueba nuclear. El pasado 30 de marzo Pyongyang anunció su salida del acuerdo de armisticio de 1953 con Corea del Sur y Estados Unidos y el regreso al "estado de guerra".