El Gobierno de EE.UU. reubica los equipos de defensa antimisil para garantizar seguridad a su territorio, según el portavoz de la Casa Blanca. Esta medida llega después de las maniobras conjuntas de EE.UU. y Corea del Sur en la península coreana, realizadas en respuesta a la creciente amenaza que representa Corea del Norte.
Pero en realidad Washington busca otra cosa, opina el analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein.
"Cualquier analista internacional y cualquier analista en temas de seguridad y defensa sabe que en términos materiales es imposible un ataque norcoreano a EE.UU.", cree el analista, que añade que el conflicto en la península coreana tiene un carácter retórico.
"Todas estas maniobras que se están realizando en realidad están encaminadas a aislar a China y a tener una presencia mayor de EE.UU. en la región. Esto es más bien un pulso entre EE.UU. y China que un pulso entre EE.UU. y Corea [del Norte] o entre las dos Coreas", según Gelfenstein.