"Hay señales de que el Norte podría disparar misiles Musudan en cualquier momento en breve", dijo una fuente de inteligencia bajo las condiciones del anonimato, al tiempo que precisó que Pyongyang “ha estado trasladando constantemente sus misiles dentro y fuera de un hangar, lo que precisa una estrecha vigilancia".
Otra fuente consideró que la última jugada del Norte está orientada a añadir "fatiga" extra a los oficiales surcoreanos y estadounidenses, con el objetivo frustrar sus esfuerzos para captar de inmediato el momento del lanzamiento de un misil.
Según anunció un funcionario de Defensa japonés, citando datos de los satélites de inteligencia, una de las lanzadoras de misiles norcoreanas en la costa oriental de Corea del Norte está ahora en posición de ataque.
Por su parte, Corea del Sur tachó las amenazas bélicas de Corea del Norte de táctica "inútil", dejando claro que Pyongyang habrá de atenerse a consecuencias si efectúa el lanzamiento de un misil.