Cerca de 5.000 niños fueron asesinados durante los 17 meses que duró el gobierno de facto del general Efraín Ríos Montt entre marzo de 1982 y agosto de 1983, afirmó durante el juicio Marco Tulio Álvarez en calidad de perito. Según el experto, otra de las operaciones militares de la dictadura consistió en desplazar a 45 mil personas.
Por otro lado, Modesto Baquiax, profesor de ciencias políticas de la Universidad Rafael Landívar de Guatemala, opina que "la justificación prácticamente era exterminar futuros guerrilleros y hubo un tremendo plan para no mostrar ningún respeto ni a los derechos de las personas ni a la justicia".
Para Baquiax, el desafío principal de los indígenas es que se está orquestando un sinfín de estrategias para que se desvirtúe su exigencia de justicia. "La gente que sufrió las atrocidades del Gobierno va a tener serios problemas para que la justicia llegue a los pobres", denuncia el experto, que añade que el Gobierno actual continúa esta campaña de desprestigio afirmando públicamente que no hubo genocidio.
Ríos Montt y su ex jefe de inteligencia, José Mauricio Rodríguez Sánchez, están acusados de genocidio de la población indígena de origen maya en la región de Quiché.