Perder de vista a estos submarinos podría convertirse en un serio motivo de preocupación para EE.UU., señala un artículo del portal The Inquisitr.
Numerosos expertos dudan de la capacidad de Corea del Norte para lanzar un misil de largo alcance a EE.UU. Sin embargo, Pyongyang podría realizar un ataque con misiles desde un submarino, opción que apenas ha sido barajada, pero que no debería descartarse, señala la publicación.
Aunque cualquier ciudad costera podría convertirse en un objetivo, algunos analistas apuntan a que California tendría más posibilidades de ser blanco de un posible ataque. Asimismo, sostienen que si Pyongyang lanzara un misil suficientemente potente a la costa de ese estado, se podría producir un terremoto, lo que permitiría que el ataque pasase desapercibido, al menos por un tiempo.
Según el artículo, se cree que Corea del Norte adquirió hace poco unas 1.500 libras (es decir, unos 660 kilogramos) de plata de China, una compra que presuntamente utilizaría para las baterías de los minisubmarinos de clase Sang-O (Tiburón). Los generales de la Armada del régimen de Kim Jong-un defienden que estos submarinos-tiburón son armas que podrían utilizarse tanto contra EE.UU. como contra Corea del Sur.
¿Estaría EE.UU. preparado para un ataque de pulso electromagnético?
Muchos analistas estadounidenses afirman que se podría detectar rápidamente el movimiento de submarinos norcoreanos por su costa. Pero en caso de que esto no fuera posible, William Forstchen, profesor de la Universidad de Carolina del Norte, habló recientemente sobre la posibilidad de realizar un ataque de pulso electromagnético (EMP, por sus siglas en inglés) desde un buque de carga o un submarino.
Forstchen, autor del libro ‘One Second After’( 'Un segundo después'), cree que EE.UU. no estaría preparado para un ataque de EMP. Aunque es solo una novela, el escritor se basó en datos reales para tratar de explicar qué sucedería tras un ataque de estas características.
"12 horas después [del EMP], la comida comenzará a descomponerse en la heladera y si es invierno no habrá calefacción [eléctrica]", señala el ‘bestseller’.
"Las fuerzas del orden serán incapaces de operar sin radios ni vehículos; no podrán saber dónde ir ni cómo reaccionar. Pero el verdadero horror se producirá en los hospitales, donde fallarán los generadores”, alerta.
Según Forstchen, un ataque de este tipo podría generaría en cuestión de días hambruna y enfermedades.