EE.UU. enviará convertiplanos CV-22 Osprey a Corea del Sur

El Cuerpo de Marines de Estados Unidos enviará convertiplanos CV-22 Osprey a Corea del Sur como parte de las amplias maniobras conjuntas en la península coreana, que ya han puesto a la región al borde de una guerra con Corea del Norte.
Se trata de un híbrido entre avión turbohélice y helicóptero, que es capaz de realizar despegue y aterrizaje vertical y goza de una mayor velocidad que los helicópteros corrientes. 

Según un alto cargo militar citado por la agencia de noticias surcoreana Yonhap, esas aeronaves llegarán desde una base en Japón para participar en los ejercicios de apoyo logístico en la costa oriental coreana en el marco del simulacro anual ´Foal Eagle´, que se lleva a cabo entre el 1 de marzo y el 30 de abril.
 Estos ejercicios de índole defensivo son esenciales para asegurar la preparación de nuestras fuerzas mediante un precioso entrenamiento militar a partir de requerimientos realistas y misiones esperadas de la República de Corea y Estados Unidos en la península coreana”  
El representante militar no detalló ni la cantidad de aeronaves ni la fecha de su llegada.

Los Osprey serán usados en operaciones de carga y descarga de buques estratégicos, según el Mando de Fuerzas Conjuntas (MFC).

“Estos ejercicios de índole defensivo son esenciales para asegurar la preparación de nuestras fuerzas mediante un precioso entrenamiento militar a partir de requerimientos realistas y misiones esperadas de la República de Corea y Estados Unidos en la península coreana”, comentó el MFC. 

El despliegue de 12 Osprey en la isla japonesa de Okinawa en octubre pasado se topó con la desconformidad de las autoridades locales, que citaron los altos índices de accidentalidad de esas aeronaves.

Unos 28.500 efectivos estadounidenses están desplegados en Corea del Sur como fuerzas disuasivas contra su vecino del Norte.    
Tras la tercera prueba nuclear de Corea del Norte realizada en febrero de este año, la ONU endureció las sanciones contra la nación comunista. Al mismo  tiempo EE.UU. y Corea del Sur empezaron una serie de maniobras conjuntas con bombarderos capaces de portar armas atómicas. En respuesta, Pyongyang amenazó con ataques nucleares contra ambas naciones y Japón, aliado de EE.UU. en la región.