El Gobierno bahreiní “compró la Fórmula Uno con la esperanza de ocultar las violaciones de derechos humanos, con la esperanza de enmendar su reputación”, comentó Assange, quien permanece refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
Desde inicios de 2011, Bahréin viene siendo escenario de manifestaciones de protesta contra el Gobierno de la familia real Al-Khalifa, los activistas exigen reformas políticas pero el Gobierno se niega a satisfacer sus demandas, ya que esto podría suponer una disminución del poder del monarca y de sus familiares.
En vísperas del Gran Premio de la Fórmula 1 se han registrado nuevos enfrentamientos entre opositores al régimen y la Policía. El año pasado, incluso se impuso una prohibición a todo tipo de movilizaciones y protestas en lugares públicos.
Asimismo, esta semana Amnistía Internacional informó que en los dos últimos años en el Reino de Bahréin se han seguido produciendo homicidios, detenciones arbitrarias y presuntas torturas.
Por otro lado, el creador de WikiLeaks aseguró que el Reino Unido y EE.UU. buscan controlar Bahréin para poder dominar la región del golfo Pérsico, motivo por el que, según Assange, ex oficiales de alto rango de la Policía Metropolitana londinense capacitaron a los policías locales para controlar las manifestaciones.
“Es interesante observar el silencio de Washington y todo debido a que ahí [Bahréin] se encuentra su base naval. Los estadounidenses están interesados en su preservación para poder mantenerse ahí y seguir controlando esta zona”, dijo.