La repatriación de estos niños puede considerarse un caso sin precedentes, ya que, por regla general, los servicios sociales europeos, al retirar niños a familias rusas o mixtas no los devuelven a Rusia, según comenta el portavoz de Pavel Astájov, representante del presidente ruso para los derechos del niño.
En 2012 Karina, que ahora tiene seis años, y Ángel, de un año y medio, fueron trasladados a un orfanato en Barcelona, donde han vivido un año antes de su repatriación.
Los familiares en Rusia de Karina se pusieron en contacto con Pavel Astájov para que mediara en el retorno de la niña, ya que las autoridades españolas se oponían a la repatriación, argumentando que los niños no hablaban ruso.
Karina estará bajo la tutoría de su tío español, que vive en Rusia, mientras que Ángel será acogido por los órganos de custodia de su ciudad natal de Lipetsk.
Los casos de Karina y Ángel se unen a una lista de casos polémicos que implicaron a menores rusos y que, tras captar la atención de las autoridades rusas, han contribuido a que se endurezcan los trámites burocráticos en materia de adopciones.