Los miembros de esta 'Campaña para detener a los Robots Asesinos' creen que estas armas deben ser prohibidas antes de que sean desarrolladas. Sus argumentos de que las leyes existentes son insuficientes para regular el uso de este tipo de armas no hacen si no echar más leña al fuego.
Según el premio Nobel Jody Williams, las armas que podrían estar listas para su uso dentro de los próximos 20 años, "constituirían una violación de un límite moral y ético que nunca debe ser cruzado", entre otras cosas porque esta tecnología está muy lejos de ser capaz de distinguir entre un soldado y un civil.
Drones que apuntan al futuro
Hoy en día aviones no tripulados o drones teledirigidos son ampliamente utilizados por fuerzas armadas mundiales, por lo que no hace falta forzar demasiado la imaginación para vislumbrar que este tipo de armas puedan encontrar y acertar a impactar objetivos de forma automática.
Noel Sharkey, profesor de inteligencia artificial y robótica en la Universidad de Sheffield en Yorkshire, Inglaterra, advierte que los robots se están desarrollando actualmente bajo los auspicios de DARPA se utilizarán para matar.
"Como sabe cualquier persona con experiencia en computadoras, si dos o más máquinas con programas desconocidos se enfrentan entre sí, el resultado es impredecible.[…] Por supuesto, si esta tecnología se utiliza para el combate, matarán a civiles, ya que no serán capaces de discriminar entre civiles y soldados", explica.
DARPA y los robot con cerebro humano
Las agencias de investigación tecnológica como la agencia del Pentágono DARPA desoyen los llamamientos de los activistas y sus proyectos se vuelven cada vez más audaces. El Departamento de Defensa de EE.UU. podría estar ya en la última fase de creación de un nuevo tipo de robots con autonomía de pensamiento, es decir, una nueva generación de robots que actuarían y que pensarían como humanos.
A diferencia de los sistemas de inteligencia artificial tradicionales, que se basan en la programación de computadoras convencionales, este innovador sistema "permite que la máquina 'piense' como un verdadero cerebro humano", sostiene James K. Gimzewski, profesor de química en la Universidad de California, Los Ángeles. Según el responsable del proyecto, esta tecnología será aplicada con fines militares en un futuro lejano. La novedad permitirá que un avión, por ejemplo, sea capaz de aprender y de explorar el terreno sin intervención humana.
El Pentágono, ante la creciente oposición de la opinión pública contra las nuevas armas, ha reescrito sus normas de uso: "Los sistemas de armas autónomos y semiautónomos deberán estar diseñados para permitir a comandantes y operadores ejercer niveles adecuados de decisión sobre el uso de la fuerza".
En cualquier caso, si bien aún no existen robots capaces de marchar con pao firme sobre los campos de batalla y con total libertad de decisión, los activistas más preocupados por el futuro de la humanidad coinciden en que este momento ya se vislumbra en el horizonte.