El portavoz de los bomberos informa que el suelo de la fábrica de ropa -que se encontraba en los últimos pisos- cedió, llevándose por delante a los que estaban abajo. Tras el accidente solo quedan en pie tres plantas del edificio.
Al parecer, los propietarios del edificio hicieron caso omiso a las advertencias sobre no dejar a los obreros entrar en el edificio después de que un día antes se detectara una fisura.
Derrumbes, fuegos y otros accidentes de edificios no son raros en Bangladés. En noviembre del año pasado 112 obreros murieron en un fuego que arrasó una fábrica en un barrio industrial en Dhaka.