Un grupo de enmascarados desató su ira contra las oficinas de cuatro partidos políticos. La sede del Partido Revolucionario Institucional (PRI), liderada por el presidente mexicano Enrique Peña Nieto, fue la más afectada debido a que los manifestantes, aparte de utilizar tubos y palos para destruir las puertas y ventanas de las oficinas, también provocaron un incendio en el edificio. Asimismo, en las paredes pintaron graffitis y lemas contra el gobierno, al que acusan de traicionar al pueblo.
Cabe destacar que, a diferencia de las otras sedes, en las instalaciones del PRI no había trabajadores en las oficinas, que estaban vacías y cerradas.
Los manifestantes se dirigieron al Congreso de Guerrero, donde se toparon con un contingente de policías municipales, que solicitaron el apoyo federal debido al alto número de manifestantes.