Ciudadanos de Estados Unidos, Francia y Turquía, junto con rebeldes del Ejército Libre de Siria, están involucrados en el tráfico de órganos humanos desde Siria, según la cadena libanesa Al Mayadin.
Anteriormente la agencia iraní Fars había alertado de que este negocio prospera en la zona de la ciudad de Alepo, en el norte del país, gran parte de la cual está bajo el control de la oposición. Se informa de que los órganos se extraen no solo de cadáveres, sino también de personas heridas. Posteriormente los órganos son enviados a Turquía.
También existe un comercio de personas vivas secuestradas y de cadáveres, que los terroristas sacan de contrabando fuera del país. Según algunos informes, un cuerpo vale 150 dólares, y por una persona viva los rebeldes reciben diez veces más dinero.
A algunos ciudadanos sirios los rebeldes los llevaron supuestamente a recibir tratamiento, pero más tarde sus cadáveres sin órganos aparecieron en lugares remotos.