Los detalles de la decisión los ofreció el fiscal general israelí, Yehuda Weinstein, en una respuesta escrita a la Asociación para los Derechos Civiles en Israel (ACRI, por sus siglas en inglés).
En verano del año pasado, la ACRI envió al fiscal general un mensaje exigiendo explicaciones acerca de los informes publicados en los medios sobre casos en los que agentes de seguridad del aeropuerto Ben Gurion habían pedido a turistas acceder a sus cuentas de correo electrónico antes de permitirles entrar a Israel.
"En una respuesta oficial que fecha del 24 de abril de 2013, la oficina del fiscal general confirmó esta información", según reza un comunicado de la ACRI, que precisa que esta práctica se aplica solo en casos excepcionales en los que existen "sospechas" y únicamente con "el consentimiento" del turista, insiste.
Entre tanto, como subraya la Fiscalía General israelí, si el turista se niega a mostrarles sus mensajes electrónicos a los agentes de seguridad, las autoridades no le permitirán la entrada al país. La asociación, a su vez, lo califica de "invasión drástica de la privacidad".