Corea del Sur ha solicitado, además, que Pyongyang garantice la seguridad de los empleados surcoreanos que vuelvan a casa.
La decisión ha sido tomada unas horas después de que el Gobierno de Corea del Norte
anunciara
que no acepta el ultimátum que le presentó Seúl y se niega a dialogar con su vecino del sur sobre el complejo. Cabe recordar que ayer Corea del Sur advirtió de que, si su vecino del norte no aceptaba su propuesta de diálogo sobre el trabajo conjunto en Kaesong, adoptaría "medidas drásticas".
Iniciado en 2004, Kaesong funciona con fondos y tecnología surcoreanos y mano de obra norcoreana, asegurando el flujo de dinero hacia Corea del Norte, donde los problemas económicos a veces provocan escasez de alimentos.