"Por culpa de algunos obispos nuestra Iglesia católica puede desprestigiarse. El [cardenal Julio Terrazas] tiene la obligación junto a la Conferencia Episcopal Boliviana de dar un castigo severo para que nunca más algunos obispos roben a las virgencitas en toda Bolivia”, dijo el presidente en referencia a la ola de hurtos, el último de los cuales tuvo lugar en el pueblo de Copacabana, fronterizo con Perú, donde ladrones sustrajeron 18 joyas de las imágenes de la Virgen y el niño Jesús.
Por su parte la iglesia católica rechazó las acusaciones del presidente por encontrarlas "sin fundamento". "Su grave acusación carece del mínimo fundamento y ocasiona un enorme daño a la imagen de la Iglesia católica en Bolivia y en el mundo, al provenir de la primera autoridad política del país", dicta el comunicado de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).
Según la policía, varios obispos han sido detenidos en relación a la investigación de robos en las iglesias.