Hasta ahora el proceso de paz ha sido obstaculizado por el conflicto territorial que enfrenta a Tokio y Moscú por la soberanía de las islas Kuriles. Japón pretende recuperar varios islotes del archipiélago, basándose en el Tratado sobre el Comercio y las Fronteras firmado por ambos países en 1855.
Moscú, por su parte, señala que las Kuriles se integraron en el territorio de la URSS después de la Segunda Guerra Mundial y que la soberanía rusa en este caso es indudable y cumple con todas las normas legales internacionales.
Los dirigentes de los dos países instan a Corea del Norte a respetar estrictamente la resolución 2094 de la ONU”
Además, tanto el presidente ruso como el primer ministro japonés condenaron la política de Corea del Norte, que se niega a detener el desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos "a pesar de los llamamientos de la comunidad internacional”.
“Los dirigentes de los dos países instan [a Corea del Norte] a respetar estrictamente la resolución 2094 de la ONU”, según la declaración.
Moscú y Tokio expresaron su disposición a crear las condiciones necesarias para reanudar las negociaciones internacionales a seis bandas sobre el programa nuclear de Pyongyang.