"La colonización de Marte llevará al límite el desarrollo científico" y todo el sistema económico se verá obligado a cambiar bajo la influencia del avance tecnológico, considera Estulin. Sin embargo, para llegar al Planeta Rojo, el hombre primero tendrá que volver a la Luna.
"La actitud desafortunada de Obama ha sido 'no necesitamos volver a la Luna, ya estuvimos', pero es una forma muy tonta de ver el asunto", dijo en 'Desde la Sombra' Marsha Freeman, experta en el tema de la exploración del espacio. “La Luna es un vecino muy cercano, está a dos días de viaje. Si enviamos a gente allí y algo sale mal, la podemos traer de vuelta muy rápido", explica la científica.
Por otro lado, “la idea es usar la Luna como un campo de pruebas antes de enviar a la gente a una misión a Marte. Debemos aprender cómo generar alimentos fuera de nuestro planeta, construir refugios y sistemas de supervivencia”, añade Freeman.
Además, “la Luna alberga enormes recursos de titanio, aluminio, hierro y el helio-3, muy poco común en la Tierra, que es un elemento ideal para realizar la fusión nuclear. Es decir, daríamos un salto cuantitativo de energía disponible”, subraya por su parte Daniel Estulin.
Pese a las ventajas que supone la colonización de otros planetas, el famoso "Club Bilderberg y compañía han destruido el programa espacial de EE.UU. ¿Por qué? Porque el imperio del dinero depende de la supresión del desarrollo científico y del conocimiento para mantenernos en un estado de idiotez perpetuo", advierte el periodista.
De hecho, ya en la década de 1960 los opositores del programa Apolo denunciaban que su gran problema era el optimismo, según cuenta la invitada de 'Desde la Sombra'. "Suena asombroso, pero ellos decían: 'Es una idea terrible, todo niño querrá ser astronauta'. Este es el punto de vista que desafortunadamente afecta hasta hoy en día a la administración de Obama", indica Freeman.
Pero la exploración del espacio siempre ha sido un catalizador para tecnologías que se aplican en la vida cotidiana. Freeman destaca que "casi toda la tecnología que tenemos en la medicina de hoy proviene del programa espacial de los años 1960-1970".
Estulin sostiene que "los proyectos espaciales no son un producto de consumo inmediato", sino un paso hacia la inmortalidad. El ex administrador de la NASA Mike Griffin incluso comparaba los proyectos espaciales con la construcción de catedrales en la Edad Media, ya que los que empezaban a elevarlas sabían que no verían esos edificios acabados durante su propia vida.
Actualmente, muchos países aprovechan la crisis financiera como excusa para ahorrar en proyectos espaciales pero lo que hacen en realidad es "volver a la Edad Media", mientras el camino hacia la recuperación está en "mirar hacia el futuro y volver a la política de desarrollo económico que incrementará el nivel de las tecnologías", insiste Freeman.
Concluyendo la reciente edición de 'Desde la Sombra', Estulin recuerda que la Tierra es el único coche “de pasajeros de lujo que forma parte de un convoy de vagones de mercancías cargados de recursos” y que la humanidad solo tiene que aprender a usarlas.
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