Isla puertorriqueña celebra 10 años sin la Armada de EE.UU., que la dejó contaminada

Este 1 de mayo se cumplieron diez años de la salida de la Armada estadounidense de la pequeña isla puertorriqueña de Vieques, tras cuatro décadas de su uso para prácticas militares que dejaron secuelas medioambientales que aún perduran.
Una década después y pasado el fervor de ver lejos a la Armada, los habitantes de Vieques se enfrentan, entre otros problemas, a la contaminación y la elevada incidencia de enfermedades, en especial cáncer, muy por encima de la media de Puerto Rico, dato que la Armada niega por falta de estudios objetivos.

Bajo la presidencia de Barack Obama, Washington ha desestimado más de 7.000 demandas de vecinos de Vieques para ser compensados por problemas de salud con origen en las prácticas militares. Presentan estudios de investigadores locales que hablan de restos de napalm, uranio y otras sustancias con las que experimentaban los militares estadounidenses.
A diario nos topamos con bombas o chatarra militar. El riesgo está ahí”

Además, quedan en el agua miles de proyectiles sin detonar, lo que pone en peligro la seguridad de los habitantes de la isla. Precisamente este miércoles un grupo de pescadores locales anunciaron el hallazgo de una bomba de grandes dimensiones.

“A diario nos topamos con bombas o chatarra militar. El riesgo está ahí”, destacó Cacimar Zenón, uno de los pescadores que localizó el artefacto.

A finales de marzo las autoridades puertorriqueñas exigieron al Pentágono la descontaminación inmediata de las islas de Vieques y Culebra -donde se realizaban las prácticas militares-, recordándole que se encuentra dentro de sus obligaciones.

Por su parte, la abogada defensora de derechos humanos y civiles, Wilma Esther Reveron-Collazo, cree que EE.UU. niega que exista contaminación en la isla para no avanzar en los reclamos de los pobladores.

“Todos los tribunales federales han desestimado (las demandas) y la actitud siempre ha sido la misma, conseguir que sus agencias digan que no hay evidencias científicas que sostengan los daños a la salud de la población y al medio ambiente, contrario de lo que científicos independientes sí han confirmado”, dijo la abogada.