"EE.UU. la guerra de las drogas en el interior de su país la tiene perdida (…) En lugar de suprimir el consumo y comercio de la marihuana y demás drogas, hace lo contrario, abre y regula el mercado", asegura el profesor de la Universidad Autónoma de México, Raúl Benítez Manaut.
Este jueves durante la reunión que mantuvieron el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, coincidieron en la necesidad de actuar como “socios corresponsables” y mantener su “estrecha cooperación” para luchar contra el narcotráfico y la violencia asociada con las acciones del crimen organizado.
Sin embargo, Benítez Manaut, sostiene que “la parte más difícil en la lucha contra el narcotráfico en la relación” entre México y EE.UU. son las “leyes liberales” de Washington, que “implican libertad para consumir drogas y para poseer armas”.
Obama, que llegó a México en visita oficial, revisó con Peña Nieto un tema en el que la nación latinoamericana es la principal víctima, pero que está fuertemente vinculado a Estados Unidos. Muchas de las drogas que se producen en México o que se trasiegan por ese país tienen el mercado norteamericano como destino. Además, EE.UU. es una de las principales fuentes para el abastecimiento de armas destinadas a los delincuentes.
Según datos oficiales, en los últimos seis años unas 70.000 personas han muerto en México víctimas del crimen organizado.