La base de datos estadounidense Terrorist Identities Datamart Environment (TIDE, que recoge los datos de identidades del entorno terrorista), dependiente del Centro Nacional de Contraterrorismo de EE.UU., ha aumentado el número de registros de 540.000 a 875.000 en tan sólo cinco años, según revela un funcionario estadounidense.
Sin embargo, algunos expertos reconocen que una excesiva información en la base de datos puede originar fallas en el sistema de seguridad y el ejemplo más reciente y uno de los más claros es el de Tamerlan Tsarnáyev, cuyo nombre se encontraba en la TIDE desde 2011, después de que la CIA recibiera una solicitud de las autoridades rusas para investigarlo por “presuntas actividades islamistas radicales”. Pese a esta presencia en la 'lista negra', esta circunstancia no evitó que el checheno llevase a cabo sus planes.
Este sentido, Karen Greenberg, experta en la lucha contra el terrorismo, de la Universidad de Fordham, Nueva York, ha cuestionado que este aumento del tamaño de la TIDE haga que "sea más fácil para los funcionarios detectar las amenazas antes de que se materialicen".
"Lo que queremos conseguir es prestar más atención, no menos. No puede ser sólo cuestión de cantidad, tiene que tratarse de especificidad", añadió Greenberg.
La TIDE es la principal base de datos que usan las agencias de EE.UU. para elaborar listas diversas con nombres de posibles terroristas, como la lista 'no-fly', que impide que las personas cuyos nombres constan en ella puedan volar en aviones estadounidenses o con destino y/o salida de o hacia ese país.
Según fuentes del Congreso de EE.UU., el notable aumento de los nombres en esta base de datos se produjo a raíz del fallido atentado de 2009 contra un avión en Detroit, aunque haya salido a la luz ahora, a raíz del atentado del maratón de Boston, el pasado 15 de abril.