Dijo en una reunión con los trabajadores del metro de Caracas que ya tiene pruebas suficientes de que el político colombiano “está conspirando”. “Existen planes para desaparecerme, ligados al ex presidente colombiano Álvaro Uribe y a grupos ligados a la derecha venezolana que tiene relación con ex funcionarios de Estados Unidos”, señaló el líder recientemente investido.
Maduro opinó que es la “derecha fascista” que busca tanto dentro como fuera de Venezuela derrocarle o hacerle “desaparecer físicamente”. “Esos planes los dirigen desde Miami y Estados Unidos Roger Noriega y Otto Reich; y desde Bogotá, Álvaro Uribe Vélez”, precisó el jefe de Estado. “Hay sectores de la derecha venezolana en comunicación con él para eso —agregó—, porque ellos dicen que si me sacan a mí del camino, ahí sí viene el caos, ahí sí viene la anarquía”.
Según la información disponible de los servicios especiales de Venezuela, a la que se refirió el presidente, estarían listos unos hombres armados en el exterior dispuestos a “ingresar a Venezuela desde una zona selvática” para perpetrar el magnicidio planificado.
Dos nombres incluidos en la lista como autores de la supuesta conspiración, por encima de Uribe, corresponden a diplomáticos retirados de EE.UU. Reich fue jefe de la Oficina de Diplomacia Pública para América Latina y el Caribe bajo el Gobierno de Ronald Reagan. Noriega desempeñó como subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental en la época de George W. Bush.
Maduro agregó que su Gobierno está dispuesto al diálogo con la oposición. Al mismo tiempo deslindó a los sectores de la misma que “están incapacitados para dialogar”, ya que tienen “otras instrucciones” y en algunos casos, “intenciones injerencistas”.