EE.UU. se lava las manos y alega que desconocía el plan israelí de ataque a Siria

EE.UU. no fue avisado con antelación sobre los bombardeos israelíes contra depósitos de armas en Siria, según ha declarado este domingo un agente de Inteligencia del país norteamericano a la agencia de noticias Reuters.
El funcionario ha aclarado que la administración del presidente de EE.UU., Barack Obama, fue informada sobre los bombardeos llevados a cabo contra territorio sirio "después de los hechos". 

"No sería raro pensar que optaron por soluciones agresivas ante la posibilidad de que sistemas sofisticados de armas cayeran en manos de gente como Hezbolá", agregó el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.

De esta forma, el agente de Inteligencia desdice al ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, que aseguró que EE.UU. dio su aprobación previa al ataque perpetrado la madrugada de este domingo sobre territorio sirio.

En un lapso de 48 horas, aviones de guerra israelíes bombardearon Siria en dos ocasiones. Tres posiciones militares situadas en el noreste de Yamaraya, Mislon y en el aeródromo Sherai, se vieron afectadas por el bombardeo, que dejó numerosos muertos y heridos civiles, así como graves daños materiales, de acuerdo al ministerio sirio de Exteriores.

Damasco reconoció que uno de los blancos del presunto ataque de la aviación israelí fue el centro de investigación militar de Yamaraya, en el monte Qasium, a las afueras de la capital, mientras que la oposición informó de que el bombardeo tuvo más objetivos.

Mientras Israel guarda silencio y se mantiene alerta ante posibles ataques, el ministro sirio de Información, Omran al Zubi, advirtió de que esta agresión "abre las puertas a todas las posibilidades."

"Israel no puede jugar con el destino de Siria. Siria tiene el derecho a proteger por todos los medios al país y a su pueblo de toda agresión extranjera", subrayó.

Por otra parte, 'The New York Times' citó a un funcionario sirio que aseguró este domingo que los miembros de la unidad de élite de la Guardia Republicana resultaron víctimas del ataque. Un médico del hospital militar de Tishreen señaló que más de 100 soldados habían sido asesinados.