Reino Unido, por su parte, alega que la medida reduciría la dependencia de la oposición moderada respecto de los islamistas que apoyan a grupos armados
al "suministrar una gama de asistencia más amplia".
El politólogo Carlos Martínez considera que los opositores moderados de Siria están en el exilio, mientras que en el interior del país árabe prevalecen los islamistas radicales.
"Quiénes son los buenos y quiénes son los malos es algo imposible de distinguir. Tengo la percepción […] de que la oposición armada en el interior fundamentalmente está llevada a cabo por grupos de carácter islamista radical, no por los moderados, que están en los despachos del exilio en Turquía, en Gran Bretaña, etc...", sostiene el politólogo en declaraciones a RT.
Además, Martínez asegura que la posición de Gran Bretaña "es ni más ni menos que la posición de acabar con un régimen que ha favorecido hasta ahora la causa Palestina, por un lado, y que, por otro lado, tiene también una sólida alianza con Irán, una alianza político religiosa, porque Al Assad es un alauí".