Cabe destacar que se trata de la lectura media a lo largo de un día entero. Los datos provienen de los sensores instalados en la cima del Mauna Loa, el volcán de la isla más grande de Hawái (EE.UU.), que ha sido durante medio siglo el punto de referencia en el análisis de estas emisiones. La primera vez que los sensores del Mauna Loa detectaron más de 400 partes por millón de dióxido de carbono fue en las muestras del aire provenientes del Ártico el año pasado, pero no fue una media diaria, sino un índice momentáneo.
Según los científicos, la última vez que los niveles de CO2 se mantuvieron de forma estable por encima de esta barrera simbólica fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando el clima de la Tierra era mucho más cálido y los humanos modernos ni siquiera existían.
"Significa que estamos perdiendo rápidamente la posibilidad de mantener el clima por debajo del umbral que se creía tolerable", opina Ralph Keeling, que dirige los programas sobre emisiones de CO2 en el Instituto Scripps de Oceanografía (EE.UU.), uno de los centros más antiguos e importantes del mundo en la investigación científica de la Tierra. Insiste en que un aumento continuado podría ser catastrófico para el futuro de la humanidad.