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El Gobierno español censa el Valle de los Caídos en 33.833 personas

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La mayor fosa común de España, el Valle de los Caídos, custodia los cuerpos de 33.833 personas, incluyendo los restos del dictador Francisco Franco. De este número, equivalente, por ejemplo, a los habitantes de la ciudad española de Teruel, sólo 21.423 están identificadas. El resto constan como d
El Gobierno español censa el Valle de los Caídos en 33.833 personas

La mayor fosa común de España, el Valle de los Caídos, custodia los cuerpos de 33.833 personas, incluyendo los restos del dictador Francisco Franco. De este número, equivalente, por ejemplo, a los habitantes de la ciudad española de Teruel, sólo 21.423 están identificadas. El resto constan como desconocidos, según el Ministerio de Justicia, informa el diario español El País.

Este recuento que se acaba de hacer es el paso previo para autorizar las exhumaciones de los cadáveres de muchos republicanos, cuyos restos fueron trasladados al Valle de los Caídos tras ser extraídos de las fosas comunes en las que se encontraban. Las familias de estos republicanos consideran una aberración que sus familiares descansen al lado del verdugo que ordenó su ejecución.

La iniciativa surgió en 2008 cuando los partidos Izquierda Unida (IU), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) e Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) instaron al Gobierno a elaborar un listado para devolverle los cuerpos a los familiares. En septiembre de 2009 el Congreso aprobó la iniciativa, a la que se había sumado otras de Nafarroa Bai para cuantificar los restos y facilitar su traslado. El plazo para tener listo el censo expiraba el 31 de marzo.

Una vez realizado el recuento el Ministerio de la Presidencia tiene que abrir una línea de subvenciones para proyectos de recuperación de la memoria histórica para canalizar todas las peticiones de exhumación de los parientes de las víctimas. Aunque este recurso aún no se ha iniciado ya son cuatro las familias que han solicitado extraer del mausoleo los restos de sus seres queridos.

Hasta que se despolitizó mediante un artículo contenido en la Ley de Memoria Histórica en octubre de 2007, el Valle de los Caídos no era un lugar exclusivo para el culto religioso. Cada 20 de noviembre, fecha de la muerte tanto de José Antonio Primo de Rivera como de Francisco Franco, este emplazamiento se convertía en centro de reunión de nostálgicos y seguidores del franquismo.

Muchos de los parientes de los republicanos que yacen en este lugar piensan que el Valle de los Caídos es un enorme tabú y desde la Iglesia y grupos políticos como el Partido Popular se ejerce una gran presión. Si las leyes lo permiten, la Historia aún reserva un último obstáculo para estos familiares: hace falta que el estado de los restos permita su identificación. Para estas personas, dar nombre y una nueva sepultura a los suyos sería el auténtico monumento.

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