La onda expansiva del conflicto sirio llega a Turquía

La onda expansiva del conflicto interno que sacude a Siria llega también a Turquía. Sin embargo, Ankara sigue siendo uno de los partidarios más firmes de los grupos rebeldes que tratan de derrocar el gobierno de Bashar al Assad.
La frontera que separa a Turquía de Siria se ha convertido en un infierno donde en los dos últimos meses en una serie de enfrentamientos y atentados han perdido la vida decenas de personas sin que se conocieran a los culpables o al menos las razones de las agresiones.

Mientras los Gobiernos no cesan el intercambio de acusaciones, la vida de los que pueblan este territorio se deteriora día a día. Y no solo sufren los refugiados sirios, sino también los turcos que reconocen que están pasando dificultades sociales causadas por el flujo de los primeros.

Participación de Turquía en la crisis siria


"Una provocación cuyo objetivo es involucrar a Turquía en el conflicto". De esta forma el primer ministro turco calificó los atentados de este sábado, que se cobraron 46 vidas en una localidad turca en la frontera con Siria.

Sin embargo, algunos expertos creen que Turquía tiene varios motivos para querer prolongar la guerra. Su ayuda diplomática, política y logística a los combatientes ha convertido a Ankara en enemigo de Damasco. El gobierno sirio cree que entre las formas de respaldo que Ankara presta a la rebelión se encuentra el tráfico de armamento (incluido el químico) y mercenarios que se unen a los sublevados.

Aunque los abundantes informes al respecto no tienen confirmación oficial, el silencio de las autoridades turcas parece otorgar credibilidad.

Según el miembro del Partido Popular Republicano Faruk Logoglu, "las acusaciones son tan frecuentes y llevan tanto tiempo que en ausencia de un rechazo contundente de las autoridades y la política de 'Al Assad tiene que irse de toda manera'… si miramos la situación en general, no es nada inspiradora".
 
Esta visión tiene otro argumento que consiste en el alto grado de secretismo que rodea a las bases militares turcas ubicadas en la zona fronteriza. Además de restringir el acceso de los civiles a dichas instalaciones, las autoridades incluso organizaron carreteras especiales donde solo pueden transitar vehículos militares, de manera que resulta imposible confirmar o desmentir las sospechas.

El Gobierno turco respalda a los grupos radicales que actualmente combaten contra el gobierno de Bashar al Assad. Pero si estos tomasen el poder, no está claro si Ankara quedará satisfecha con un país dirigido por ellos justo detrás de su frontera.