"Cuando las balas caen como gotas de lluvia o ráfagas de viento, los soldados corren el riesgo de perder sus vidas", dijo el joven alcalde de Osaka, Toru Hashimoto, citado por los medios locales. Para que "puedan relajarse en tales circunstancias, el sistema de las 'mujeres de confort' es necesario”, añadió el también cofundador del nacionalista Partido de la Restauración de Japón.
El hecho de que esas mujeres llegaran a ser auténticas esclavas sexuales "contra su voluntad", fue "consecuencia de la tragedia de la guerra", concluyó Hashimoto.
Se calcula que hasta 200.000 mujeres de países ocupados por Japón entre 1910 y 1945 fueron forzadas durante aquellos años en burdeles militares, llamados eufemísticamente 'casas de confort'.
La gran mayoría de aquellas mujeres, muchas de ellas menores de 20 años, procedía de Corea, aunque también las había provenientes de China, Filipinas, Tailandia, Vietnam y Malasia.
Además, Hashimoto añadió que "la responsabilidad de la guerra también recae en Japón.
De hecho en 1993 las autoridades de Japón emitieron la llamada 'declaración Kono', que fue el primer reconocimiento oficial de que el Ejército y otras autoridades niponas obligaron a mujeres y niñas a prostituirse para las Fuerzas Armadas Imperiales y el primero en pedir perdón a las víctimas.
Las palabras de Toru Hashimoto han vuelto a despertar la polémica en la sociedad japonesa después de una serie de declaraciones escandalosas del joven político. Así, hace un año Hashimoto anunció que Japón necesita una dictadura.