No es solamente una amenaza para los satélites de EE.UU., sino también para toda la infraestructura electrónica global”
Aunque en una rueda de prensa regular el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hong Lei, no confirmó ni desmintió el posible lanzamiento, destacó que el gigante asiático "se opone a la militarización y el traslado de la carrera armamentista al espacio exterior".
La supuesta prueba se ha realizado solo una semana después de que el Pentágono presentara un informe anual sobre el avance de los militares chinos en el desarrollo de armas antisatélites.
Una fuente oficial cercana a la inteligencia norteamericana dijo al diario que, siendo un misil de ataque en la órbita, el DN-2 podría usarse contra EE.UU. Otra fuente afirma, por su parte, que el misil fue disimulado bajo un cohete sonda de exploración científica, de lo que informó el Centro Científico Espacial de China.
"No es solamente una amenaza para los satélites espaciales de EE.UU., sino también para todos los elementos esenciales de la infraestructura electrónica global”, considera Rick Fisher, investigador del Centro Internacional de Evaluación y Estrategia. "De hecho, frente a tal amenaza EE.UU. no tiene otra opción que desarrollar capacidades simétricas para disuadir ataques chinos", admite el especialista.
La primera prueba exitosa de un misil de ese tipo fue realizado por China en 2007. En el ensayo fue destruido un satélite meteorológico.