Como se observa en la grabación, a pesar de que el golpe es muy fuerte, el animal sigue vivo y no muestra síntomas de estar herido.
El improvisado pasajero del autobús trata desesperadamente de huir por la misma ventana delantera por la que entró, pero nerviosismo se lo impide.
El conductor detuvo rápidamente el vehículo y abrió todas las puertas para que el desorientado ciervo pudiera regresar a su hábitat, pero el asustado animal empezó a recorrer el pasillo del automóvil saltando sobre los asientos y golpeándose contra las puertas sin poder encontrar la salida.
Tras el accidente, los responsables del transporte público del estado tuvieron que llevar el autobús al taller para reparar los daños causado por el rumiante.