Mientras en Oklahoma continúa la operación de búsqueda de las víctimas del tornado y se está atendiendo a centenares de heridos, el cálculo de los daños ocasionados por el desastre natural ya ha comenzado.
De momento las autoridades de EE.UU. estiman los daños en Oklahoma en 1.300 millones de dólares. Sin embargo, los cálculos no han concluido y el tornado podría llegar a costar a Washington 3.000 millones dólares convirtiéndose así en uno de los desastres naturales más costosos de la historia de EE.UU.
Los especialistas no descartan que el reciente fenómeno sea de momento el tercero más costoso de la historia de los tornados del país. Una serie de numerosos tornados en el sur y este de EE.UU. en abril de 2011, que dejaron 347 muertos, cientos de desaparecidos y miles de heridos, costó 10.200 millones de dólares. En mayo del mismo año el devastador tornado Joplin, de categoría EF5, que arrasó Misuri y dejó 151 muertos y 900 heridos, se tragó 9.100 millones de dólares.
El tornado de Oklahoma alcanzó la categoría máxima de EF5 con vientos hasta 320 kilómetros por hora arrasando la ciudad de Moore al sur de Oklahoma City. El fenómeno tenía forma de un impactante embudo de unos tres kilometros que se desplazó unos 30 kilómetros. Según los últimos datos en la lista de fallecidos figuran 24 personas y centenares están heridas.