Guerásimov subrayó que en caso de seguir aumentando cualitativa y cuantitativamente el escudo de EE.UU., Rusia va a decidir si permanece o si abandona el START, el tratado de reducción de armas estratégicas. Al mismo tiempo, ha reiterado que Moscú está dispuesta a reducir su armamento estratégico ofensivo pero solo en caso de estar segura de que la expansión global del escudo antimisiles de EE.UU. no perjudicará su potencial de contención nuclear. Asimismo, subrayó que Rusia insiste en la necesidad de recibir garantías jurídicas desde Washington de que su sistema de defensa aérea en Europa no podrá usarse contra sus fuerzas nucleares estratégicas.
Hacia una agenda común
"La conferencia de hoy es una posibilidad de entendernos mejor y encontrar puntos adicionales para avanzar hacia objetivos comunes", ha puntualizado, a su vez, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov. El canciller insistió en que los arsenales no deben percibirse como un instrumento para dañar la seguridad de los socios."Nadie está interesado en emprender una nueva carrera armamentista y una oposición militar. Como lo ha planteado Biden [Joe Biden, vicepresidente de EE.UU.], la reanudación de las relaciones entre Rusia y EE.UU. significa avanzar hacia una agenda común formulada alrededor de intereses comunes", comentó Lavrov.