El presidente ha reafirmado su compromiso con el cierre de la cárcel Guantánamo, una de sus promesas de la campaña electoral de 2008, todavía incumplidas. "Estamos comprometiendo nuestros valores básicos mediante el uso de la tortura", dijo.
"Nosotros, estadounidenses, conocemos qué precio debe pagarse por la libertad", dijo Obama en su discurso. "Nuestro compromiso con los principios constitucionales ha resistido todas las guerras, y todas las guerras han llegado a su fin", afirmó.
La mejor manera de prevenir la yihad violenta es la cooperación con la comunidad musulmana”.
Barack Obama subrayó que "EE.UU. no está en guerra contra el islam” y explicó cuál será el papel futuro de las fuerzas armadas en la lucha contra el terrorismo.
“Lo que hemos visto es la aparición de diversas filiales de Al Qaeda. De Yemen a Iraq, desde Somalia hasta el norte de África, la amenaza hoy es más difusa, con una filial de Al Qaeda en la Península Arábiga, los más activos en conspirar contra nuestra patria”, dijo Obama.
"El núcleo de Al Qaeda en Afganistán y Pakistán está en camino de ser derrotado", indicó precisando que "los extremistas 'criados en casa'. Este es el futuro del terrorismo".
El mandatario estadounidense explicó cómo la guerra contra el terrorismo se ha movido más allá de Afganistán y se ha convertido en una "guerra mundial sin límites". "Perseguimos una nueva estrategia en Afganistán, e incrementamos el entrenamiento de las fuerzas afganas. Terminamos la guerra en Irak y llevamos casi 150 mil tropas a casa", subrayó.
"Estamos más seguros debido a nuestros esfuerzos", aseveró el presidente, pero reconoció que "cada acción militar de Estados Unidos corre el riesgo de crear más enemigos". “No podemos usar la fuerza en cada lugar donde existe ideología radical. La mejor manera de prevenir la yihad violenta es la cooperación con la comunidad musulmana”, afirmó el mandatario.