Damasco confirmó su participación en la conferencia ya que "están interesados en encontrar una solución política al destructivo conflicto en el país", aseguró el diplomático ruso.
Según afirmó Lukashévich, esa reunión "es una oportunidad real para detener el derramamiento de sangre y el sufrimiento del pueblo sirio, garantizar un futuro pacífico y democrático para Siria". En este sentido enfatizó que "no se puede dejar pasar esta oportunidad".
Entre tanto, una parte de la oposición interna en Siria está dispuesta a enviar a representantes a esta conferencia. Sin embargo, todavía hay grupos "irreconciliables" dentro de la oposición que se oponen a esta iniciativa, constató Lukashévich.
Además, Moscú volvió a mostrar su enérgica oposición a cualquier injerencia extranjera en los asuntos sirios.
"Lo que pasa en los últimos dos años en la frontera sirio-libanesa, en las zonas fronterizas, así como en la frontera siria-turca, permite decir que fuerzas que buscan el derrocamiento del legítimo Gobierno interfieren en el conflicto sirio interno", subrayó el portavoz de la Cancillería rusa.
El 7 de mayo el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, y su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, acordaron organizar una conferencia internacional sobre el conflicto sirio que se basaría en el desarrollo del Comunicado de Ginebra y al que se invitaría a ambas partes de la crisis.