Las últimas noticias relacionadas con atentados terroristas, tanto lo ocurrido en el maratón de Boston como el asesinato de un soldado el pasado miércoles en Londres, llevan a la inevitable pregunta de si la amenaza de los terroristas adeptos al islam ha cambiado de rostro.
¿Estamos ante un nuevo terrorismo? ¿Cualquier persona que vemos por la calle podría ser un potencial terrorista? Viendo lo sucedido en Boston y en Londres parece que la única respuesta sería que sí, a la vista de la imagen que presentan los nuevos terroristas que poco tienen que ver con los estereotipos habituales.
Los supuestos autores de los atentados de Boston, Tamerlán y Dzhojar Tsarnáyev, son a primera vista jóvenes aparentemente comunes y corrientes, estudiantes, deportistas, que visten de forma normal.
Por otra parte, el autor de la decapitación del soldado en Londres, Michael Adebolajo, era británico. Tanto los Tsarnáyev como este último no despiertan a simple vista la sospecha de ser terroristas. De ahí el miedo, el temor y el debate que se plantea.
El debate sobre el terrorismo está siempre en la calle. En Boston fallecieron tres personas y hubo 282 heridos por el simple hecho de asistir a un maratón. Y en Londres el soldado Lee James Raigby salió a la calle para hacer sus cosas cotidianas y nunca volvió a su casa. El terrorismo islamista está más cerca y los últimos capítulos informativos dan indicios de que el miedo está en la calle.