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Huyen de la dictadura...para ser esclavos

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Unos cuatro millones de zimbabwenses han cruzado la frontera de la República de Sudáfrica. Entre ellos hay gente de diferentes profesiones: médicos, juristas, profesores. Huyen con sus familias porque para ellos ya no existe Zimbabwe.

Unos cuatro millones de zimbabwenses han cruzado la frontera de la República de Sudáfrica. Entre ellos hay gente de diferentes profesiones: médicos, juristas, profesores. Huyen con sus familias porque para ellos ya no existe Zimbabwe.

La historia de este país del sur de África esta llena de acontecimientos trágicos. ¿Cómo fue que su principal libertador terminó convirtiéndose en un terrible dictador? En 1987, Robert Mugabe llegó al poder democráticamente en 1980, pero después se transformó. Su prestigio inicial como héroe de la independencia de Zimbabwe (hasta 1979 llamada Rodhesia del Sur)  fue deteriorándose por su responsabilidad en la crisis económica de su país, que puso en duda la legitimidad de su gobierno.

Ahora, la mayoría de los zimbabwenses que se refugian en la vecina Sudáfrica son opositores al gobierno de Mugabe. “Mugabe ha traicionado la revolución de Zimbabwe. Durante la guerra de liberación fue otra persona. Ahora no tenemos derecho a votar. No podemos elegir al presidente”, comenta Marta. “Ahora soy una refugiada más. Acabo de llamar a casa. Han golpeado a mi abuela también y estoy intentando traerla aquí."

Para huir de Zimbabwe esa gente cruzó el Impopo, un río lleno de cocodrilos. Pero huyendo del régimen dictatorial no han conseguido la anhelada libertad, sino ser prisioneros en otro país. Cada noche miles de personas tiritan de frío en las calles de Johannesburgo.

Los zimbabwenses no tienen a dónde ir, mientras gobierne Mugabe no pueden volver a casa.

Tampoco pueden quedarse en Sudáfrica. No tienen derecho a trabajar, si los detienen las autoridades sudafricanas les expulsarán del país por no tener papeles.

“No tengo esperanza, no la tengo. No veo la salida…hay racismo…”, - como millones de zimbabwenses Marta se congela en la calle, está cansada y muy lejos de su casa.

 

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