La tormenta se llevó consigo una puerta y la escotilla del vehículo, pero el coche se quedó en el suelo. Según Ivey, la velocidad del viento alcanzó los 280 kilómetros por hora. Por eso el sonido grabado parece extraño, pero los autores esperan solucionar el problema en el futuro.
El fenómeno atmosférico, que maravilló a los cazadores estadounidenses, destruyó varios edificios en Kansas y dañó 25 edificios más. Algunos animales han desaparecido y las líneas de electricidad han sido cortadas.