El incidente ocurrió en la ciudad de Ilyichevsk, cerca del mar Negro, el pasado martes, cuando toda la familia Parfentiev se reunió en el apartamento. Dos pequeños, una chica y su hermano de seis años, se encontraban en el baño. "De repente, vimos cómo algo salió del inodoro. Nos asustamos mucho. Mamá llegó corriendo, nos sacó y cerró la puerta del baño", cuenta Zina. Su padre determinó que la extraña criatura era una garduña y llamó a los rescatistas, que consiguieron capturar al animalito y meterlo en un saco.
La garduña fue trasladada al centro ambiental, donde le ofrecieron una amplia y cómoda jaula. Sin embargo, el carnívoro encontró un hueco cerca del techo y casi logra darse a la fuga. Los rescatistas tuvieron que emplearse a fondo nuevamente y capturarlo. En esta ocasión fue recluido en una jaula más pequeña.
La garduña es un depredador nocturno, muy común en parte de Europa, que no tiene miedo a los humanos a diferencia de la marta (martes martes) que habita en los bosques. Las garduñas pueden vivir en parques, desvanes o depósitos de leña. A menudo cortan con sus dientes los cables y mangueras de los coches que están aparcados en la calle, ya que el calor residual del motor y su olor atraen a estos mamíferos.