La televisión estatal siria ha mostrado imágenes de un coche con marcas de balas en el que se encontraban tres cuerpos de personas occidentales. En el vehículo también había armas de fuego, un ordenador, un mapa de instalaciones militares del Ejército gubernamental y una bandera del grupo islamista radical sirio Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda.
Un pasaporte y una licencia de conducir permitieron identificar a la ciudadana estadounidense como Nicole Mansfield, proveniente del estado de Míchigan. La tía de la mujer, Monica Mansfield Speelman, ha confirmado a la agencia Reuters que el FBI informó a la familia de lo ocurrido. "Evidentemente [Nicole] luchaba junto a las fuerzas opositoras", señaló Monica.
Nicole Mansfield, de 33 años, madre soltera de una hija de 18, se había convertido al Islam hace unos cinco años, según Reuters. Se desconoce cuánto tiempo pasó la estadounidense en Siria antes de fallecer en la provincia noroccidental de Idlib.
Por el momento se desconocen los nombres y la procedencia exacta de las otras dos personas extranjeras abatidas.
En marzo de 2013 otro estadounidense, el ex militar Eric Harroun, fue arrestado por el FBI al regresar a EE.UU. desde Siria, donde presuntamente también formaba parte del Frente al Nusra.
Las autoridades de Siria aseguran que entre los combatientes de la oposición armada hay hasta 100.000 ciudadanos de casi 30 nacionalidades. Además, numerosos informes demuestran que algunos de los grupos rebeldes están vinculados con los terroristas de Al Qaeda.
Sin embargo, EE.UU. y sus aliados expresan abiertamente el apoyo a la oposición. La Unión Europea incluso ha dejado abierta la posibilidad de armar a los insurgentes, una decisión criticada fuertemente por Rusia, que la considera contraria al derecho internacional.