"La situación es muy grave como para seguir con esos juegos", indicó el canciller ruso. "Hemos advertido en repetidas ocasiones que pueden aparecer varias provocaciones en torno a este asunto. Por lo tanto, insistimos en la investigación de cualquier información sobre el uso de armas químicas en Siria", agregó Lavrov.
El ministro hizo esta declaración en respuesta a los informes acerca de la detención en Turquía de 12 supuestos militantes del frente Al Nusra (parte de la insurgencia en Siria que está vinculada a Al Qaeda) por posesión de dos kilogramos de gas sarín y de varias armas. Poco después, seis de ellos fueron puestos en libertad.
Según los medios de información turcos, el grupo estaba en posesión de dos kilogramos de gas sarín, un arma química muy peligrosa. Una de las publicaciones sostiene que los propios detenidos admitieron que buscaban trasladar dicho material a Siria.
"Esperamos que nuestros colegas turcos proporcionen próximamente toda la información acerca de las conclusiones a las que llegaron tras esta investigación", destacó Lavrov al respecto.
En marzo, el Gobierno sirio instó a la ONU a investigar el posible uso de armas químicas en la localidad de Khan al-Assal cerca de la ciudad siria de Alepo. Los expertos y funcionarios militares informaron que una sustancia química, lo más probable gas sarín, fue utilizada en el ataque del pasado 23 de marzo en el que murieron unas 30 personas.
A este respecto, Lavrov señala que Rusia "apoya la petición del Gobierno sirio para enviar a un equipo de expertos de la ONU para estudiar el incidente que presuntamente ocurrió en Alepo".