Mientras que unos senadores como John McCain, quien recientemente viajó a la zona del conflicto para fotografiarse con los rebeldes (algunos de ellos "terroristas y secuestradores") y alentarlos a nuevos ataques, apuestan por armar a esos grupos antigubernamentales, otros se oponen drásticamente a esa medida.
Esa es la postura del senador Rand Paul, quien también es miembro y activista del mismo Partido Republicano al que pertenece el ex candidato a la presidencia. Según él, abastecer a la insurgencia siria con armamento es lo mismo que armar a Al Qaeda y significa socavar la seguridad nacional.
Mientras que los portavoces de la Coalición Nacional Siria condicionaron su participación con varias ideas poco realistas, como la dimisión inmediata del presidente sirio Bashar al Assad y la retirada del movimiento Hezbolá de la zona de los enfrentamientos, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, confirmó que esta fuerza opositora sí acudiría a la próxima conferencia.
El mismo jefe de la diplomacia norteamericana defendió, en la misma línea de su homólogo de Rusia, Serguéi Lavrov, la mayor asistencia posible a la conferencia de las partes interesadas en una solución para el conflicto. Habló también de un diálogo sin condiciones previas.
Pero la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki, afirmó que Rusia y EE.UU. aún tendrán que acordar la participación o no de Irán. Aunque momentos después admitió que sería difícil lograr un acuerdo en este sentido.
Hay mucho desconcierto acerca del tema sirio también entre el público estadounidense, según los recientes sondeos.