En la reunión con periodistas celebrada en Caracas tras las negociaciones del jefe del gobierno ruso, Vladímir Putin, y el presidente venezolano, Hugo Chávez, se resumieron varios asuntos tratados por ambos políticos.
La colaboración energética fue una de las cuestiones clave que se discutieron ayer viernes: Rusia y Venezuela explotarán juntos el yacimiento petrolífero del Orinoco “Junín 6”. Rusia pagará a Venezuela mil millones de dólares como bonificación por la entrada en este proyecto.
Al mismo tiempo, se acordó la elaboración de un proyecto conjunto para la primera estación de energía atómica en Venezuela.
Por otro lado, Vladímir Putin confirmó la disposición de Rusia de conceder un crédito de 2,2 mil millones de dólares solicitado anteriormente por Venezuela. “El Ministerio de Hacienda analizó la solicitud venezolana y hoy acabo de informar al presidente Hugo Chávez de nuestra disposición a hacerlo”, dijo el primer ministro ruso.
Además, los políticos firmaron el contrato de suministro a Venezuela de más de 2 mil automóviles Lada, así como para la construcción de una planta para el ensamblaje y reparación de estos carros.
También se trataron temas de maquinaria para uso civil. El viernes Rusia entregó los restantes 4, de 38 helicópteros Mi-17, cerrando así el acuerdo firmado en 2006. Al mismo tiempo, el presidente venezolano declaró que su país comprará al menos uno de los aviones anfibios Be-200 destinados para la extinción de incendios forestales. Putin agregó que éste es el único hidroavión en el mundo que alcanza una velocidad tan alta y no necesita aterrizar para reabastecerse de agua, subrayando que es único y muy eficaz.
El tema de la aviación se completó con un memorando firmado entre la compañía aérea ruso Aeroflot y el Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa) sobre la ogranización de vuelos entre Moscú y Caracas. Se planea que Aeroflot realice vuelos de Moscú hasta Madrid y La Habana, y los socios venezolanos realizarán el transporte de allí hasta la capital de Venezuela.
Entre otras cosas que se discutieron, estuvo el problema de los intentos de reconsiderar los resultados de la Segunda Guerra Mundial. En vísperas del 65.º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, Rusia y Venezuela coincidieron en condenar tales intentos, así como los de la heroización de los nazis y la escalada del racismo y la discriminación.
Otros temas tratados fueron la colaboración antiterrorista, el cultivo y exportación de flores y plátanos en y hacia Rusia y la creación de un centro conjunto de manejo de situaciones de emergencia.