La prueba se realizó en el cosmódromo de Kapustin Yar, en la provincia meridional de Astracán, desde una lanzadora móvil. "Ni la defensa antimisiles estadounidense actual ni las futuras serán capaces de impedir que este misil alcance su objetivo", declaró Dmitri Rogozin.
"Estuvimos observando atentamente el ensayo de ayer por la noche. Y fue un éxito: hemos probado un misil balístico intercontinental al que yo llamo 'asesino de escudo antimisiles'", dijo Rogozin.
Hizo hincapié en que Rusia continuará aumentando su potencial para "garantizarnos absoluta libertad de acción en caso de que nuestro país sea agredido".
No se especifica a qué tipo pertenece el misil que se probó. En 2012 Rusia empezó a hablar de nuevos misiles. Entonces se trataba de dos nuevos tipos de misiles estratégicos que iban a ser una respuesta al despliegue del escudo antimisiles de EE.UU. en Europa.
En particular, Rusia está desarrollando un nuevo misil balístico intercontinental pesado de 100 toneladas que superará incluso al misil más potente del mundo, el Voyevoda, y otro misil balístico intercontinental de combustible sólido que sustituirá a los complejos misiles de quinta generación Yars y Tópol-M.