"Las manifestaciones pacíficas son una forma legítima para que distintos grupos puedan expresar su opinión en una sociedad democrática. En una democracia no hay sitio para el uso excesivo de la fuerza policial contra las manifestaciones", dijo Stefan Füle en una conferencia sobre el futuro común de Turquía y la UE que se está celebrando en Estambul. Füle además exigió que Turquía cumpla con los "máximos patrones democráticos" y lleve a cabo una investigación "rápida y transparente" de la acción policial.
Por su parte, Erdogan aseguró que no tiene ningún problema en escuchar "peticiones democráticas" y dijo que se está desinformando sobre el proyecto de urbanización del parque Gezi de Estambul que ha generado la masiva ola de protestas en el país.
Además, el primer ministro turco acusó a la Unión Europea de hipócrita, y preguntó "dónde estaba la indignación por los gases lacrimógenos" cuando estos se utilizaron para dispersar a los activistas del movimiento Ocupa Nueva York o a los manifestantes en Grecia y Londres.
El discurso de Erdogan en el que instó a los manifestantes a poner fin a las protestas ha desestabilizado aún más la situación en el país, que lleva siete días inmerso en protestas. Los manifestantes de Estambul y de otras ciudades, como Esmirna, planean continuar su lucha y sus concentraciones a pesar del rechazo del primer ministro a abandonar los planes de construcción en la plaza Taksim de Estambul. Una declaración que hizo caer la bolsa turca.