Las protestas multitudinarias tuvieron su origen en el descontento creado por los planes del Gobierno de Erdogan sobre la renovación de la plaza Taksim y el parque Gezi, que incluyen la demolición del Centro Cultural Ataturk.
Dicen que quieren construir un teatro de ópera aquí, pero nadie se lo cree. Los manifestantes quieren conservar este edificio, que tiene un valor cultural específico.Construido en los años 40, el Centro Cultural Ataturk siempre supuso un motivo de orgullo para los turcos, que lo consideran parte del legado de Kemal Ataturk, el fundador y primer presidente de la moderna República de Turquía y símbolo de la nación.
Erdogan afirmó que construiría un nuevo teatro de ópera y balé en el actual emplazamiento del centro, pero muchos cuestionan esta promesa. Algunos creen que, incluso si se construyera, sería accesible solo para las élites.
"Dicen que quieren construir un teatro de ópera aquí, pero nadie se lo cree. Los manifestantes quieren conservar este edificio, que tiene un valor cultural específico. Sí que necesita una reconstrucción, porque lo construyeron hace mucho tiempo. Pero nadie cree que el Gobierno cumpla con su promesa", afirma Nihat, jefe de la seguridad del centro cultural.
'Tayyip dimisión' es el lema de una de las numerosas pancartas que cubren el exterior del edificio, que se convirtió en el baluarte de los opositores después de que lo tomaran por la fuerza a principios de junio.
El derribo que la política del primer ministro turco planea para este emblemático parece haber agudizado todavía más el descontento social de la población.