La Policía reprimió la protesta justo cuando el primer ministro del país, Recep Tayyip Erdogan se dirigía a sus partidarios, reunidos en otra manifestación a pocos kilómetros del lugar.
Erdogan llamó a sus seguidores a prepararse para las reuniones progubernamentales del próximo fin de semana en Ankara y Estambul.
"El sábado, ¿estáis listos para una gran reunión en Ankara? Y el día siguiente tendremos una reunión en Estambul", dijo Erdogan a las multitudes en la capital.
Además advirtió a los participantes de las protestas antigubernamentales que "van a pagar un alto precio" por sus actividades. En uno de sus últimos discursos dijo que su paciencia no es ilimitada y tachó de ladrones a los manifestantes que, según él, llevaron el terror al país.
"Quedan solo siete meses hasta las elecciones. Quiero darles una lección. Ustedes deben votar conforme a las normas democráticas", dijo el jefe de Gobierno turco, subrayando que no se celebrará ninguna elección anticipada.
Varias personas han muerto y miles han resultado heridas durante la mayor ola de protestas contra el Gobierno turco en los últimos años. Ankara ha sido criticada por la represión de las protestas y por los intentos de disminuir la importancia de lo sucedido en los medios de comunicación.