A Edward Snowden "le iba muy bien" a sus 29 años, tenía un salario de unos 200.000 dólares al año, una casa en Hawái donde vivía con su novia y una familia que ama. "Estoy dispuesto a sacrificar todo esto porque no quiero permitir que el Gobierno de EE.UU. destruya la privacidad, la libertad en internet y las libertades básicas de la gente del mundo con esta máquina de vigilancia que está construyendo".
"No quiero que la historia sea sobre mí"
Snowden comentó que cuando decidió revelar los secretos de la NSA, nunca pensó ocultar su identidad como una opción. Sin embargo, subraya que no quiere la atención de los medios: "No quiero que la historia sea de mi persona. Quiero que sea de lo que el Gobierno de EE.UU. está haciendo". "No quiero esconderme porque sé que no he hecho nada malo", añade."Todas mis opciones son malas"
Snowden, que se encuentra en Hong Kong, desde donde realizó la filtración, sigue las noticias sobre las consecuencias de su acción y no espera que pueda evitar un castigo. "Todas mis opciones son malas", dice, señalando que la CIA lo puede capturar con sus propias manos o asignarlo a otras organizaciones o pagar a las tríadas chinas para hacerlo. "No tengo miedo, porque es la decisión que tomé", añade."Será peor"
Lo que teme de verdad Snowden es que todo haya sido en vano. "Lo que más temo es que nada cambie. Que la gente vea que el Gobierno está dispuesto a ganar más poder para controlar aún más a la sociedad en EE.UU. y en todo el mundo, pero no quieran luchar, no quieran hacer que sus representantes defiendan sus intereses", dice Snowden."Me temo que dentro de meses, años, irá a peor", señala Snowden. "Me temo que vendrá un nuevo líder que dirá que debido a la crisis, debido a unos peligros imprevistos necesitan más autoridad. Y la gente no se podrá oponer y habrá una tiranía".