"El Gobierno de EE.UU. debe proporcionar claridad sobre estas acusaciones de control total y monstruoso de diversos servicios de telecomunicaciones y de internet", condenó Peter Schaar, el director del Departamento Federal de Protección de Datos de Alemania.
"Las declaraciones del Gobierno de EE.UU. de que la vigilancia no fue dirigida contra los ciudadanos de su país, sino contra personas de fuera de Estados Unidos no me apaciguan en absoluto", recalcó.
Las voces de preocupación se oyeron más allá de Europa. En Australia, la oposición conservadora en una reunión con los diplomáticos estadounidenses en Canberra expresó su "gran preocupación" sobre la vigilancia discreta de los datos privados de miles de millones de extranjeros.
Hace unos días se reveló que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) recopilaba datos sobre las llamadas telefónicas de los estadounidenses y datos personales desde los servidores de los principales proveedores de servicios de EE.UU.