El misil prototipo realizó exitosamente su cuarta prueba este seis de junio en el cosmódromo de Kapustin Yar, en la provincia meridional de Astracán, desde una lanzadora móvil.
Para finalizar las pruebas hace falta un lanzamiento más, fechado para este año. Después el sistema será puesto al servicio de las fuerzas estratégicas de misiles. El despliegue del primer regimiento dotado de este tipo de armas comenzará en 2014
"Para finalizar las pruebas hace falta un lanzamiento más, fechado para este año. Después el sistema será puesto al servicio de las fuerzas estratégicas de misiles. El despliegue del primer regimiento dotado de este tipo de armas comenzará en 2014", contó Zarudnitski, sin detallar las características de la nueva arma.
Al finalizar las pruebas de Rubezh la semana pasada, el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, resaltó que "ni la defensa antimisiles estadounidense actual ni las futuras serán capaces de impedir que este misil alcance su objetivo".
El político hizo hincapié en que Rusia continuará aumentando su potencial para "garantizar absoluta libertad de acción en caso de que nuestro país sea agredido".
En 2012 Moscú empezó a hablar de nuevos misiles. Entonces se trataba de dos nuevos tipos de armas estratégicas pensados como una respuesta al despliegue del escudo antimisiles de EE.UU. en Europa.
En particular, Rusia está desarrollando un nuevo misil balístico intercontinental pesado de 100 toneladas que superará incluso al misil más potente del mundo, el Voyevoda, y otro misil balístico intercontinental de combustible sólido que sustituirá a los complejos misiles de quinta generación Yars y Tópol-M.
El escudo antimisiles de EE.UU. en Europa ha sido un punto de fricción entre Moscú y Washington por la renuencia de este a presentar garantías jurídicas de que el sistema no va dirigido contra las fuerzas estratégicas rusas.