Tras haber 'paseado' por las calles, el animal desapareció en el bosque. Fue una pequeña excursión pero muy intensa, sobre todo para los habitantes de la ciudad, que no creían lo que veían.
Los servicios de rescate y la Policía siguieron las aventuras de este intrépido animal. Según parece, el oso no paraba de correr porque se sentia asustado por los ruidos de la ciudad. Un responsable del servicio de rescate llegó a decir que podría ser que alguna familia lo hubiera tenido en casa hasta que creció y, al ver que no lo podían alimentar, lo dejaron en libertad.
Ahora se prevé un control de la zona para averiguar si te trata de un caso aislado o si la ciudad es un nuevo destino turístico de la fauna local.